FORMULACIÓN MAGISTRAL

El medicamento destinado a un paciente concreto, preparado por un farmacéutico

La formulación magistral permite cubrir espacios terapéuticos vacíos, utilizando activos o mezclas de activos para los que no existe ninguna especialidad comercializada, bien por la patología a la que se dedican bien porque solo hay dosis para personas adultas bien por la innovación terapéutica o bien porque no le resulta rentable a la industria.

En el caso de la homeopatía, las formas farmacéuticas son las distintas presentaciones que pueden tener los medicamentos homeopáticos con el fin de facilitar al paciente su mejor aprovechamiento y tolerancia. La vía de administración más utilizada en los medicamentos de homeopatía es la sublingual, debajo de la lengua, para aprovechar la gran cantidad de capilares sanguíneos existentes, que garantizan una amplia y rápida asimilación.

Por este motivo formulamos preparaciones farmacéuticas que faciliten esta vía. Pueden ser formas:

LÍQUIDAS

Gotas: se preparan mezclas de alcohol y agua según la graduación alcohólica deseada: 15º, 30º… Se toman disueltas en una pequeña cantidad de agua.

Ampollas bebibles: pueden ser en agua, en alcohol o en una mezcla de ambos. Se utilizan como formas unidosis.

SÓLIDAS

Gránulos: esferas de sacarosa sobre las que impregnamos el medicamento. Se dispensan en tubos de 4 g y contiene entre 75 y 80 unidades. Para su asimilación se dejan disolver lentamente debajo de la lengua. Son la forma clásica y mas empleada.

Glóbulos: pequeñas esferas de lactosa y sacarosa. Se utilizan como unidosis y se dispensan en tubos de 1 g, contienen aproximadamente unas 200 unidades.

No obstante, en homeopatía podemos utilizar tantas formas farmacéuticas como en la medicina tradicional: comprimidos (compuestos de lactosa y sacarosa), tienen la misma función que los gránulos pero su presentación es más moderna; polvos (trituraciones en  lactosa), colirios, jarabes, supositorios, pomadas…